El día 21 de noviembre de 2019 se tienen previstas una serie de marchas de protesta contra medidas del gobierno del presidente Iván Duque.

Al respecto, Nueva República se permite manifestar lo siguiente:

1. Reconocemos el derecho constitucional a la protesta, consagrado en el Artículo 37 de la Carta.
2. La Constitución defiende la protesta pública y pacífica, y abre el paso para que, a la vez, la ley pueda limitar ese derecho, algo que aún no se ha reglamentado. Eso fue el resultado de la Constitución de 1991, hecha a la medida de intereses del narcoterrorismo. Lo reconocemos, pero esa es la Constitución que hay que respetar.
3. Somos conscientes de que esta marcha es un paso más de la estrategia ideada por el Foro de Sao Paulo para la toma definitiva del poder mediante una serie de desórdenes, asesinatos selectivos, vandalismo y protestas “sociales” comandadas por agentes internacionales para derivar en una nueva Asamblea Nacional Constituyente hecha a la medida del narcoterrorismo.
4. También somos conscientes de que el Foro de Sao Paulo pretende responsabilizar a la comunidad cristiana de los hechos violentos, marchas y golpes de Estado e intentos de ello. Ya empiezan a aparecer esos titulares de prensa en los principales diarios alrededor del mundo. Eso forma parte de la estrategia.
5. Sabiendo esto, nos oponemos a los llamados a combatir a los violentos que hacen varios líderes de opinión para que ciudadanos, civiles, asuman roles que solo le corresponden a la Policía Nacional, el Ejército y a organismos de inteligencia del Estado. El derecho a la legítima defensa no debe confundirse ni usurpar las funciones y deberes de Ejército y Policía. Ningún ciudadano puede usurpar las funciones de los organismos del Estado destinados a la seguridad nacional. Esto solo podrá derivar en confrontaciones fratricidas inútiles que solamente beneficiarán los planes del Foro de Sao Paulo.
6. Hacemos un llamado al gobierno nacional para que asuma sus deberes constitucionales y ordene y permita que los organismos de seguridad y defensa -según sea el caso- controlen esas marchas y capturen a los violentos para que sean enjuiciados conforme a las leyes de la República.
7. La  responsabilidad de lo que suceda en esas marchas, y el derrotero que tomen, será responsabilidad únicamente de la órbita del gobierno, no de la ciudadanía a la cual la Constitución y las leyes le han coartado su derecho a la legítima defensa y la de su patria.

Nueva República

Comité Ejecutivo Nacional

Noviembre 19 de 2019